Roc Marciano es una especie de líder del rap pimpish en Nueva York. Ya tiene
un grupete de seguidores fans/MC que se han tomado muy en serio el gangstaneo
de Brooklyn, Long Island, Hempstead y Shaolin.
Quizá la clave del éxito en el mainstream del hip-hop actual sea la adopción y
modernización de una actitud vieja escuela.
Con un disco como Marcberg, un clásico instantáneo que lo definió como lo que
Rocma es, y su segundo álbum en solitario, Reloaded,
yo esperaba otra pieza maestra, pero no fue el caso. Marci Beacuoup fue precedido por el mixtape The Pimpire Strikes Back y me pareció una buena antesala para el
disco, sin embargo no llenó del todo mis expectativas este LP editado por Manbitesdog Records.
Lo bueno que le dejaron los otros discos
fue el respaldo de gente que también tiene tiempo trabajando en pro de un
estilo Nueva York, como lo son Ka, Action Bronson, Evidence & Alchemist, AG
y Guilty Simpson, por nombrar a los reconocidos. En esta oportunidad todos los
tracks son colaborativos. Anecdóticamente, se une a las filas de Marciano Knowledge, The Pirate, quien tiene desde los 90 soltando
líricas esporádicamente en diferentes tracks. Esto deja a Rocma como el maestro
de ceremonias, el anfitrión de un disco donde su clica representa por sí sola.
Los compinches de Rocma siguen la rutina igualmente: el cognac, blunts, drug dealin' y dinero. O al menos es lo que profesan. Esta es la imagen de Marciano y en ningún momento la descuida. Las letras hablan de el juego gangster y pimp.
Las instrumentales son sumamente
minimalistas. Esto sucede por la influencia directa del rapero y beatmaker Ka,
aunque Marciano produjo cada pista utilizada. No va tanto por la onda noventosa
que escuchamos en Marcberg y Reloaded, estas instrumentales son monótonas,
suaves pero con rock y no tienen mayor parafernalia ni arreglos. Todo sencillo.
Me parece que la ordenación del disco es
bastante acertada. Los tres primeros tracks están frescos en ese orden: Intro, Love Means –donde Evidence hace
de las suyas- y Squeeze, donde
aparece Ka soltando punch lines de categoría junto al veterano Guilty Simpson.
Sumamente disfrutables.
Un gesto quizá muy particular de parte de
Marciano es que a pesar de tener la oportunidad de brincar al mercado mainstream no termina de hacerlo.
Simplemente está sumergido en el mundo de sus beats cuasi experimentales pero
sencillos, al igual que las letras y la producción. Esperamos que le depare éxito.
Escúchala, escúchala.
Escúchala, escúchala.
Throwin up Signs & Symbols: Subjetivo92
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