Muchos dirán que
el desarrollo del rap durante los últimos 13 años –desde el año 2000- no ha
brindado suficientes frutos como para afirmar que se “está bien”; que tenemos
lo necesario en cuanto a rap se refiere, pero hay mayor cantidad de trabajos
malos que buenos. La más reciente unión de trabajo entre Prodigy (Mobb Deep) y
Alchemist (Dilated Peoples) dio como resultado uno de los discos más estimados
entre los rap-escuchas durante el corriente año 2013.
La maestría lírica adquirida a través de los años por Prodigy le da el toque esencial a
este disco. El crecimiento personal del MC se ajusta a las instrumentales
limpias y maduras de Alchemist, quien también tiene un poco’e años roncándole
al beatmaking y construye una
producción discográfica bastante tensa, musicalmente hablando; en contraste con
la amplitud e imaginación de Prodigy, hablando de letras. En gran parte de las
instrumentales esta tensión se logra por la cantidad de samples repetitivos
consecuentemente pero que después continúan y hablan por su cuenta, construyendo melodías más
ricas armónica y rítmicamente. Alchemist nos mantiene en una intriga constante
con lo que cada instrumental podría ser a lo largo de los minutos.
La mente de
Prodigy es asombrosamente calculadora en cuanto a rimas y estructura se trata;
es una nueva perspectiva lírica de un MC que fue partícipe y protagonista del
rap gangsta durante la última mitad
de la década de 1990 y que ahora ajusta su imagen y sus lecciones de viejo al mainstream del rap gringo.
Por si fuera
poco, participan raperos que de verdad no se esperaban ver aquí, pero que
hicieron la chamba como se debía. Hablo de gente como Domo Genesis de Odd
Future, quien domina un estilo muy diferente al sonido clásico y más recatado
de Prodigy y Alchemist. También vemos a Action Bronson, quien se desenvuelve en
confianza -a pesar de tener un estilo muy marcado y fiel a sí mismo- en el
track The One. Una de mis favoritas del disco por esta situación -la inclusión de "nuevos" MC como colaboradores- es Death Sentence, junto a Roc Marciano, otro de los líderes del flow añejo y el rap gangsta actual.
Para hablar de clásicos, tenemos a Havoc (Mobb Deep) y a
Raekwon (Wu-Tang Clan) colaborando juntos en la novena pista, R.I.P, una pieza que ratifica la esencia
del disco y donde se proyecta que estos panas son los padres de los que están
saliendo al ruedo ahorita. ¿Un disco muy competitivo, no? Seguramente lo veremos en algunos listados como uno de los mejores del año.
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